Con su apariencia de león en miniatura, su temperamento amigable y su capa lujosa, el Shih Tzu es un perro que puede enamorar a cualquiera. Pero, ¿de dónde viene exactamente esta raza y cómo se desarrolló hasta llegar a ser la que conocemos hoy en día? En este artículo, exploraremos el origen del Shih Tzu, recorriendo desde sus raíces en el antiguo Tíbet hasta su popularidad actual en el siglo XXI.
El Shih Tzu, cuyo nombre significa “león” en chino, es una raza con una larga historia que se remonta a hace más de 1.000 años. Aunque la historia exacta de su origen es algo borrosa, se cree que la raza se originó en el Tíbet antes de ser llevada a China. Allí, los monjes tibetanos criaban estos perros como mascotas y protectores sagrados de los templos.
Los perros eran altamente valorados en la cultura tibetana y a menudo se daban como regalos sagrados a los emperadores chinos. Los Shih Tzu, con su aspecto leonino y su naturaleza cariñosa, eran los regalos perfectos. Se cree que los monjes tibetanos criaron deliberadamente a los Shih Tzu para que se parecieran a los leones, que tienen un significado especial en el budismo tibetano.
Una vez en China, la raza fue desarrollada aún más en la corte imperial. Durante la dinastía Tang (618-907 d.C.), los perros pequeños de tipo león eran frecuentes en las obras de arte chinas y se cree que los Shih Tzu, o perros similares a ellos, fueron introducidos en la corte imperial. Durante la dinastía Ming (1368-1644), estos perros eran una parte integral de la corte y a menudo se les veía en las pinturas chinas.
El Shih Tzu como lo conocemos hoy en día se desarrolló principalmente durante la dinastía Qing, específicamente durante el reinado de la emperatriz Cixi (Tzu Hsi), quien gobernó China desde 1861 hasta su muerte en 1908. Se dice que la emperatriz tenía un gran amor por los perros y crió activamente perros Shih Tzu en el palacio.
La crianza de estos perros estaba rodeada de un gran secretismo. Se mantenían registros detallados de los perros, pero sólo eran accesibles para los miembros de la corte. La emperatriz Cixi era tan protectora con sus Shih Tzu que rechazó todas las ofertas de comerciantes y visitantes extranjeros para exportar los perros fuera de China.
Con la muerte de la emperatriz Cixi, la cría de Shih Tzus en la corte imperial china disminuyó. Sin embargo, siete de estos perros sobrevivieron y son considerados los progenitores de todos los Shih Tzus modernos. Estos perros fueron llevados a Inglaterra en la década de 1920 y 1930, donde la raza fue desarrollada y estandarizada.
El Shih Tzu fue reconocido oficialmente como una raza por el Kennel Club británico en 1940. Después de la Segunda Guerra Mundial, los soldados que regresaban trajeron algunos Shih Tzus a Estados Unidos, donde la raza ganó popularidad rápidamente. Fue reconocida oficialmente por el American Kennel Club (AKC) en 1969.
Hoy en día, el Shih Tzu es una de las razas más amadas y reconocibles en el mundo. Son conocidos por su personalidad amigable y juguetona, su resistencia y su belleza. Aunque pequeños, los Shih Tzus son perros robustos y llenos de energía. Son excelentes mascotas de familia debido a su naturaleza sociable y cariñosa.
En resumen, el Shih Tzu es una raza de perro con una rica historia que abarca más de mil años. Originada en el Tíbet, fue desarrollada en la corte imperial china antes de ser llevada a Inglaterra, donde la raza fue estandarizada. A pesar de su historia turbulenta, el Shih Tzu ha sobrevivido y prosperado hasta convertirse en una de las razas de perros más amadas y populares del mundo. Este pequeño “perro león” con su gran personalidad y su apariencia majestuosa ciertamente ha dejado su huella en el mundo canino.