Antes de hacer cualquier cosa, hay que observar:
- ¿Dónde está la almata? (panza, costado, espalda, pierna…)
- ¿Le duele si la tocas?
- ¿Puede caminar bien?
- ¿Come y toma agua normalmente?
- ¿Está decaída o se queja?
Si la almata:
- Es dura y dolorosa → puede ser un golpe o hematoma.
- Es blanda y cambia de tamaño → puede ser una hernia.
- Está caliente o enrojecida → podría haber infección.
- Está cerca de una herida → podría ser un absceso o acumulación de pus.
2. Primeros auxilios en casa (si no puedes ir al veterinario de inmediato)
⚠️ Esto no reemplaza la visita al veterinario. Es solo una ayuda inicial.
Si es un golpe o inflamación:
- Aplica frío local (pañito con hielo envuelto, 5 minutos, 2 o 3 veces al día).
- Evita que corra o salte. Que esté tranquila en su camita.
Si es una hernia visible:
- No la aprietes ni trates de meterla.
- Mantenla tranquila, sin esfuerzo.
- No le des comida pesada.
Si parece infectado o hay pus:
- Limpia con agua oxigenada o yodo diluido.
- No la mediques por tu cuenta.
3. Recursos que se necesitarán para el tratamiento
Una vez que vayas al veterinario (algo imprescindible), estos son los recursos que pueden ser necesarios, según el diagnóstico:
A. Veterinario confiable
- Evaluará si la almata es una hernia, un golpe, un tumor, o una infección.
- Puede pedir una radiografía o ecografía.
B. Medicamentos
- Antiinflamatorios o analgésicos (solo con receta).
- Antibióticos si hay infección.
- En casos de dolor o fiebre, tal vez se necesite hospitalización.
C. Cirugía (si es una hernia o tumor)
- Las hernias se operan si son grandes o peligrosas.
- Los costos dependen del país, pero se necesitará:
- Anestesia
- Cirujano veterinario
- Hospitalización 1-2 días
- Cuidados postoperatorios
D. Cuidados en casa
- Collar isabelino (cono) si fue operada.
- Mantenerla en lugar limpio y tranquilo.
- Dar los medicamentos con precisión.
- Revisiones semanales si el veterinario lo indica.

4. Precauciones especiales con las chihuahuas
Las chihuahuas son muy pequeñas y todo en ellas es delicado:
- No soportan bien la anestesia: el veterinario debe ser cuidadoso.
- Tienen huesos muy frágiles: un simple salto desde el sillón puede causar daño.
- No toleran el frío ni el estrés.
- Son muy apegadas a sus dueños: hay que acompañarlas con amor.
5. ¿Qué hacer después del tratamiento?
Una vez que la “almata” fue tratada, hay que tener ciertos cuidados para que no se repita o complique:
- Evitar que salte o corra mucho.
- Controlar su alimentación: no debe engordar.
- Hacer revisiones veterinarias cada 6-12 meses.
- Si fue operada, controlar bien que no haya recaída.
6. Conclusión
Una “almata” en una perrita chihuahua puede parecer una simple hinchazón o golpe, pero puede esconder algo más serio: una hernia, un absceso, o incluso un tumor. Estas perritas, aunque valientes, son muy frágiles y necesitan cuidados rápidos, precisos y con mucho cariño.
Siempre que veas un bulto nuevo o una molestia en tu chihuahua, llévala al veterinario cuanto antes. Y mientras tanto, mantenla tranquila, observada y cómoda.