Cuando hablamos de razas de perro con personalidad única, los pugs ciertamente entran en esa categoría. Estos pequeños perros, originarios de China, han conquistado el corazón de muchos dueños alrededor del mundo gracias a su carácter amigable, su mirada expresiva y su pequeño tamaño. Pero, al igual que todos los perros, los pugs también tienen sus peculiaridades en cuanto a comportamiento y educación. A continuación, exploraremos por qué un pug, particularmente uno de 7 años, puede tener un comportamiento selectivo en cuanto a obediencia.
1. La personalidad del pug:
La raza pug es conocida por ser cariñosa, juguetona y a menudo algo terca. Esta terquedad no es necesariamente un signo de desobediencia o falta de educación, sino más bien una manifestación de su personalidad fuerte e independiente. Es común que los pugs quieran hacer las cosas a su manera y en su propio tiempo, lo que puede interpretarse como desobediencia ocasional.
2. Etapa de la vida:
A los 7 años, tu pug ya es considerado un perro senior. Durante esta etapa, es común que los perros comiencen a mostrar cambios en su comportamiento y temperamento. Es posible que se vuelvan más selectivos con lo que quieren hacer y cuándo lo quieren hacer, lo que puede explicar la tendencia a “obedecer cuando ella quiere”.
3. Socialización y entrenamiento previo:
La obediencia de un perro no solo es producto de su raza o edad, sino también de su historia de socialización y entrenamiento. Si un pug no fue correctamente socializado o entrenado en sus primeros años, es probable que desarrolle hábitos de comportamiento que persistan en la adultez. Sin embargo, esto no significa que no puedan aprender o cambiar. Con paciencia y consistencia, se puede trabajar en mejorar la obediencia de un pug en diversas situaciones.
4. Reconocimiento y refuerzo positivo:
Los pugs, al igual que muchos otros perros, responden muy bien al refuerzo positivo. Si tu perra es particularmente obediente durante los paseos, es posible que haya asociado esta actividad con algo positivo, como premios, caricias o palabras amables. Es esencial asegurarse de recompensar a tu perra cuando muestre un comportamiento deseado, ya que esto incentivará la repetición de dicho comportamiento.
5. Estímulos durante los paseos:
Los paseos suelen estar llenos de estímulos nuevos y emocionantes para los perros: olores, sonidos, otros animales y personas. Esta sobrecarga sensorial puede hacer que tu perra se sienta más centrada y alerta, lo que puede traducirse en una mayor obediencia. Además, el simple hecho de caminar y gastar energía puede contribuir a que tu pug esté más calmado y dispuesto a seguir instrucciones.
6. Salud y bienestar:
Es vital asegurarse de que tu perra pug esté en buen estado de salud. A medida que los perros envejecen, pueden desarrollar afecciones que afecten su comportamiento, como problemas de visión o audición, dolores articulares, entre otros. Un pug que no se siente al 100% es más propenso a ser selectivo en su obediencia. Un chequeo veterinario regular puede ayudar a identificar y tratar cualquier problema de salud subyacente.
Conclusión:
Entender a tu perra pug implica reconocer su personalidad única, las etapas por las que pasa en su vida y los estímulos que recibe. Aunque pueda parecer que tu pug “obedece cuando quiere”, es esencial recordar que, como cualquier otro ser vivo, los perros tienen sus preferencias, moods y necesidades. Celebrar sus logros, como su buena conducta durante los paseos, y abordar pacientemente los desafíos, te permitirá construir una relación armoniosa y amorosa con tu compañera canina.
